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martes, 12 de diciembre de 2017

Silo. Rey de Asturias 774-783. Un poco de historia



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Sexto rey de Asturias desde el año 774 hasta la fecha de su muerte. Nacido en lugar y fechas desconocidos y muerto en Pravia en el año 783. Durante su reinado se intentó mantener la paz con los musulmanes y tuvo que frenar una sublevación en Galicia. No hay duda sobre la condición de noble de Silo, puesto que éste contrajo matrimonio, entre el año 768 y el año 774, con la hija del monarca Alfonso I Adosinda, la cual además era hermana del también monarca Fruela I. Durante su reinado mantuvo la paz con los musulmanes. La crónica Albaladense nos cuenta que este hecho se pudo producir debido a su madre, la cual se cree que pudiera ser musulmana con ascendencia sobre Abderraman I, o tal vez que la madre de Silo fuera prisionera de los musulmanes en Córdoba y por ello al rey astur no le interesara entrar en combate con ellos. Durante el reinado de Silo se produjo la segunda revuelta de los gallegos, la primera se había producido durante el reinado de Fruela I. 

Silo (774-783), rey en Pravia


Por lo que respecta al interior de su reino, poco tiempo después de alzarse con la corona Silo debió afrontar una sublevación de algunos nobles gallegos, en el año 779, los cuales decidieron apoyar al joven Alfonso, el mencionado sobrino de Adosinda, que permanecía alejado de la corte. Sobre esta segunda revuelta no tenemos ninguna crónica que aclare los motivos de la sublevación ni los cabezas visibles de la misma. Las tropas de Silo se enfrentaron a los rebeldes gallegos en MonteCubeiro, en la actual Castroverde, en la provincia de Lugo. Los rebeldes fueron vencidos y la sublevación fue neutralizada. Otro de los hechos destacables durante su reinado fue el cambio de la corte de Cangas de Onís a Pravia. Hecho producido por varios motivos. El primero de ellos sería que el rey formaba parte de la clase aristocrática de la ciudad y como noble tenía tierras en la zona. Además está decisión estaba apoyada en motivos estratégicos como que Pravia quedaba colocada en un lugar céntrico del reino, ahora que este había aumentado ligeramente, y que estaba cerca de la vía romana Asturica Augusta mejorando así las comunicaciones que antes se tenían entre el reino y la corte de Cangas de Onís. Durante el reinado del rey Silo se llevó a cabo la construcción del monasterio de San Juan Evangelista, en la mencionada corte de Pravia, donde se depositaron los restos de Santa Eulalia o Olalla, recogidos al parecer en una expedición que realizó el propio monarca a Mérida durante su reinado. Al período del reinado de Silo pertenece el documento medieval escrito más longevo hasta ahora encontrado en la Península Ibérica. El Diploma del Rey Silo, por el cual este donaba territorios a varios sacerdotes en la zona denominada Tabulata, la actual Trabada en la provincia de Lucis (Lugo). Al no poseer descendencia, Silo y Adosinda apoyaron la candidatura al trono de Alfonso, hijo de Fruela I y sobrino de Adosinda (Fruela y Adosinda, hijos de Alfonso I el católico), y le nombraron gobernador, aunque todavía era muy joven. Antes de la muerte del rey, Adosinda consiguió que se eligiera a su sobrino para suceder a su esposo pero debido a una revuelta entre los nobles el trono fue a parar a Mauregato, hijo bastardo de Alfonso I con una esclava musulmana. Importante es por su valor histórico la piedra laberíntica, que se instaló en el dintel de la entrada principal de la mencionada iglesia, de la que se conserva una copia, ya que la original fue destruida en el año 1662, donde se puede leer la siguiente inscripción: SILO PRINCEPS FECIT('Lo hizo el príncipe Silo'), desde diferentes puntos de vista. 

Silo, retrato de José María Rodríguez de Losada, 

en el salón de plenos del Ayuntamiento de Oviedo



También parece que durante esta época, concretamente en el año 776, Beato de Liebana consejero de la reina, concluyó su Traductus de Apocalypsi, obra de gran interés por su gran valor material e histórico, y por último hay que añadir que se conserva un importante documento diplomático del reino astur, el más antiguo de este tipo encontrado en España hasta la fecha, conocido con el nombre de Diploma del rey Silo, escrito en cursiva visigoda y fechado el 23 de agosto de 775, donde el monarca donó a algunos clérigos un lugar denominado Lucis, situado como comenta Menéndez Pidal entre los ríos Sube y Marsona y entre el riachuelo Alesancia y el lugar de Mera, en la actual provincia de Lugo; para edificar un monasterio. Finalmente el rey falleció en el año 783 en Pravia. Los hechos de la muerte del rey nos los relata de este modo la Primera Crónica General. Silo fue enterrado en la iglesia de San Juan de Santianes en Pravia, que el mismo había mandado construir, y la tumba, que contiene los restos del rey y los de su esposa Adosinda, todavía sigue allí. Su muerte abrió un periodo de crisis en la monarquía, ya que tras la proclamación en el palacio de Alfonso II, Mauregato, hijo natural de Alfonso I, usurpó el poder.

Aurelio. Rey de Asturias 768-774





Quinto rey de Asturias desde el año 768 hasta la fecha de su muerte. Nacido en lugar y fechas desconocidos y muerto en Cangas de Onís en el año 774. Durante su reinado tuvo lugar una sublevación de los siervos. Hijo primogénito del conde Fruela, hermano de Alfonso I él Catolico, y de la esposa de éste, Nuña, apenas disponemos de datos biográficos sobre los primeros años de su vida, aunque desde su nacimiento debió recibir un trato de privilegio, debido a la destacada posición que ocupó su padre en la corte de su tío. A pesar de los pocos datos que disponemos, todo parece indicar que Aurelio fue uno de los nobles que mostró abiertamente su descontento hacia Fruela I, por lo que desde fechas muy tempranas debió apoyar la causa de Vimarano y tras el fallecimiento de éste, en el año 767 o en el año 768, debió colocarse a la cabeza de los nobles que llevaron a cabo el asesinato del mencionado monarca en el año 768, lo cual explicaría que en la posterior elección, fuera elegido para ocupar el trono asturiano prácticamente sin oposición y que el futuro Alfonso II él Casto tuviera que huir precipitadamente junto a su madre a las Vardulias, junto a la familia de ésta. 

Don Aurelio, rey de Asturias (Museo del Prado).jpg
Don Aurelio, rey de Asturias, por Eduardo Cano. 1853.
(
Museo del PradoMadrid).



Durante el reinado de Aurelio, el cual apenas duró 6 años, se detecta por primera vez en los monarcas astures un profundo cambio de actitud frente a los musulmanes, puesto que tras producirse el advenimiento de éste al trono se iniciaron las negociaciones con la corte de Abderraman I con el fin de obtener la paz entre ambos reinos. De este modo debido a la posición de fuerza que ejerció el primer emir Omeya, Aurelio debió comprar la paz a un precio muy elevado, que se tradujo en el pago de importantes tributos, tanto en moneda como en especie, y que obligó al rey asturiano a entregar como garantía de sus intenciones gran número de rehenes. A pesar de que rey Aurelio logró mantener la paz en el exterior, no se puede decir lo mismo del interior de su reino, donde se produjo una sublevación de los siervos, que son calificados por algunos cronistas como libertos. Así a pesar de que todas las crónicas asturianas que se conservan nos hablan de esta sublevación, en ningún momento nos hablan de las causas que provocaron este estallido violento. Algunos investigadores atribuyen al aumento de la presión fiscal, la causa principal que justifica esta sublevación, la cual fue muy difícil de acallar, aunque finalmente los siervos fueron aplacados y regresaron a sus labores, fundamentalmente agrarias. Desconocemos sí Aurelio contrajo matrimonio a lo largo de su vida y si tuvo descendencia, aunque todo parece apuntar que éste permaneció soltero, ya que en ningún momento en las mencionadas crónicas asturianas se nombra a ninguno de sus descendientes. Instalado durante todo su reinado en Cangas de Onís, el rey Aurelio falleció en el año 774, al parecer por causas naturales, y fue sucedido por Silo, el marido de su prima Adosinda, siendo sus restos depositados en Langreo.

miércoles, 20 de septiembre de 2017

Fruela I Rey de Asturias (757-768)

Fruela I Rey de Asturias (757-768)

Fruela fue hijo de Alfonso I y Emersinda, hija de D. Pelayo, sucedió a su padre en el trono.

Los principales sucesos de su reinado se hayan documentados en La crónica , también Alfonso III y en la crónica Albendense. De carácter combativo e irritable, nunca se llevo bien con la nobleza asturiana y por ello tuvo que hacer frente a varias rebeliones. También tuvo que hacer frente a los deseos secesionistas de gallegos y vascones, a los que aplacó por la fuerza.

Fruela I, fortaleció el poder central monárquico contra la tendencias autónomicas de los vascones, contrayendo matrimonio con la noble alavesa Dña. Munia quedando emparentado con la nobleza vascona.

En el año 765 Abderraman I envió la primera aceifa (Del árabe al-ṣayfa: "Expedición bélica sarracena que se hace en verano"  Razia.) comandada por Omar, se cree que era hijo de Abderraman, contra Asturias siendo derrotado en la Batalla de Pontumia, (Pontedeume-La  Coruña) según la Crónica de Alfonso III. Aunque Sanchez Albornoz sitúa la Batalla en Pontumia, junto al río Umia.



Según el cronista árabe Ahmad Al-Razi, Fruela I lucho también contra la segunda aceifa, en el valle del Duero. Según los cronistas árabes Ibn Al-Atir y Al-Maqqari, el Rey Cristiano conquistó, Lugo, Oporto, Salamanca, Ávila y Segovia, prosiguiendo la tarea de su padre Alfonso I en la repoblación tanto de Galicia hasta el río Miño, a la Comarca del Bierzo y los valles altos de León.

Fruela I impuso el celibato a los eclesiásticos lo que atrajo el odio del clero. Fue el fundador de la ciudad de Oviedo, se cree que como homenaje a su esposa Munia. (futura capital del reino), su hijo Alfonso II el Casto, seria años más tarde Rey de Asturias, también tuvieron una hija, Dña. Jimena, madre del legendario Bernardo del Carpio.

En torno al año 767/768 se entero de una conspiración , se cree que encabezada por su hermano Vimarano, abortándola matando a su hermano, eso colmó la paciencia de los nobles que se rebelaron y lo ejecutaron en el 768.
Alfonso II de Asturias

La reina Munia para proteger a sus hijos mando al futuro ReyAlfonso II a la tierra de los vascones donde tenía familia.

A Fruela I le sucedió su primo Aurelio

jueves, 6 de julio de 2017

La Espada de Fruela Pérez




Alfonso I el católico llega al trono y amplía el reino. Cabalga hacia el sur y gana nuevos territorios y nuevos pobladores. Asturias está en guerra. Y las crónicas nos dicen que, junto al rey cabalga un guerrero: su hermano Fruela.

 Ya sabemos cómo se las gastaban los moros: en el sur de Francia no dejaban cristiano vivo. Los sarracenos, allá donde llegan, incendian, matan, saquean, y a los que capturan vivos los venden como esclavos. Después se marchan dejando desolación a sus espaldas. O la sumisión, o la muerte (y a veces, muerte después de sumisión). Aquí, en el viejo reino de Asturias y sus aledaños, ducados y condados, la estrategia musulmana no será distinta. Aunque los moros no han ocupado territorios, no por ello han dejado de prodigar sus incursiones de rapiña. Sabemos que habrá expediciones moras en tierras gallegas, y que su objetivo será únicamente el saqueo y la captura de esclavos, es decir, la obtención de botín.



Frente a eso, los cristianos organizan la respuesta. Consta que a mediados del siglo VIII se reconstruyeron las viejas defensas creadas un siglo antes; desde allí los asturianos detendrán las campañas de saqueo de los musulmanes. Y no sólo las detendrán, sino que responderán con expediciones equivalentes. A eso se refieren las crónicas Rotense y Sebastiense de la crónica de Alfonso III, cuando aquí y allá, de forma fragmentaria y sin mayores detalles, hablan de “batallas”. En los años 740 y 741, tomaron varias ciudades como: Lugo, Tuy, Oporto, Braga, Viseu, Chaves, Ledesma, Amaya, Clunia, entre otros muchos lugares.

Las campañas de Alfonso I en tierras del Duero son implacables; llega a una población, mata a todos los moros que encuentra y se lleva a los lugareños (cristianos). No se los lleva como esclavos, sino que los traslada al norte: Asturias, Cantabria, Galicia, Bardulia, donde nacen numerosas aldeas constituidas con aquella gente evacuada de sus pueblos. Así se va configurando en el norte un reino con abundante población, y al sur, en el valle del Duero, un autentico desierto.


¿En qué medida es aquello un autentico desierto?. “el desierto del Duero”, que es uno de los grandes debates historiográficos sobre la reconquista. Pero quedémonos con la estampa de las huestes de Alfonso I, literalmente volcadas sobre esas tierras llanas. A la cabeza de esas huestes figura nuestro caballero, Fruela, el hermano del rey Alfonso I; llamado Fruela Pérez, porque era hijo del duque Pedro de Cantabria y duque de Bardulia (Castilla).

La espada de Fruela Perez es la primera de un guerrero que inscribe su filo en la historia de la reconquista. Se ha hablado de caudillos, como Pelayo, o de reyes como Alfonso, o de grandes aristócratas, como el duque Pedro de Cantabria. Fruela es otra cosa: segundón de familia noble, no le falta fortuna ni linaje, pero su oficio va a ser exclusivamente la guerra. Las crónicas no nos hablan de él directamente, como protagonista, sino sólo cómo compañero de armas de su hermano. Pero como el rey no estaría todo el tiempo en el campo de batalla, el peso de las operaciones le correspondía a Fruela Pérez.

Fue por tanto Fruela un capitán de los ejércitos de su hermano Alfonso I, quien se encargo no solo de conquistar determinadas ciudades bajo poder musulmán, sino de repoblar con gentes liberadas de la zona del Duero, las tierras del norte, principalmente la Galicia liberada por cántabros y astures unos años atrás. Se dio en entonces una paradoja en toda la zona al norte del río Duero... tierras y ciudades liberadas del yugo musulmán, y cuyos habitantes habían sido conducidos hacia el norte. Quedándose ciudades enteras despobladas. Ni musulmanes ni cristianos tenían logística suficiente para poder ocupar toda esa zona. Las fortificaciones de defensa, simples empalizadas con algún muro de piedra, muy lejos aún de ser semejantes a castillos. Son situadas al norte, cerca de las fronteras del reino natural de Asturias y Cantabria, extendiéndose hasta la Bureba de Burgos y la Rioja, pero siempre en el límite del propio terreno, nunca más allá.



Fruela era el hermano menor de Alfonso I, rey de Asturias. Por tanto podemos suponer que alrededor del 740 cuando comienzan las campañas, Fruela es ya un guerrero cuarentón, o cercano a la cuarentena de edad. Un hombre de confianza no solo por el parentesco, sino por su enérgica contundencia al mando de los guerreros y sus éxitos militares.

Gracias a las exitosas campañas de saqueo de las tierras fronterizas en los campos góticos y sur de Bardulia, Fruela hizo dinero y riquezas, él y sus allegados, quienes luego serian guerreros de confianza y vasallos. Fruela construye su propio lugar en el universo de la corona asturiana, así el hermano segundón se convierte en un poder fáctico, su influencia durará decenios.

Fruela tuvo una hija, Numabela, que se casó con el duque Lupu II de Gascuña. Y dos de sus hijos llegarían al trono de Asturias, Aurelio y Bermudo I. El rey Ramiro I fue nieto de Fruela Pérez, Ordoño I, bisnieto. Y Alfonso III, el de las crónicas, tataranieto. De esta manera nuestro valiente guerrero Fruela , sin ser rey, fue tronco de reyes. Fruela era de ascendencia visigoda, como su hermano Alfonso I, de quien se decía era descendiente de Recaredo el Godo. Siendo por lógica Fruela descendiente a su vez del rey godo Recaredo.

Poco más se sabe de este noble guerrero, mano derecha de Alfonso I de Asturias. Espada de la reconquista y repoblador de Galicia. Se supone, aun cuando puede que sea parte de la leyenda, que uno de los míticos condes de Castilla Rodrigo Frolaz, era hijo de Fruela. Pero quizás esto sea parte más de la leyenda que de la realidad.



PD. Sólo el escritor árabe Aben Makari nos cuenta sobre Fruela Pérez con estas palabras: «en el mismo año algazuo Bedr contra el Tseguer, (la frontera del Ebro) avanzando hacia Alava y habiéndola sometido a capitación, mandó explorar a los hombres de estas comarcas, e informarse de sus intenciones y constituyó jefe a quienes se franquearon con él, sobre la malicia de los propósitos y agitación en el Tseguer,»


domingo, 4 de junio de 2017

Alfonso I. Rey de Asturias



Después del heroico Pelayo y su hijo Favila, empuña el cetro del reino asturiano Alfonso I llamado también el católico. Se le puede llamar con pleno derecho como Rey, ya que su reinado fue crucial para construir y definir la identidad del Reino de Asturias.

Se casó con Ermesinda, hija de Pelayo, con lo que a la muerte de Favila, se convirtió en único heredero del trono, lo que constata la tradición matrilineal propia de la sociedad gentilicia astur. Nació en el año 693, Alfonso I era hijo del duque Pedro de Cantabria, se cree que en Tricio, La Rioja, ya que su padre tenía su sede allí.


Apenas se dispone de datos sobre sus primeros años. Por lo que dejan entrever las crónicas, su educación era importante por ser el hijo mayor del Duque Pedro. Alfonso antes de contraer matrimonio con Emersinda, hija de D. Pelayo, residía en la corte del monarca astur, con el fin de completar su educación bajo la tutela del Rey. De este modo podemos intuir que el Duque Pedro, como prueba de su lealtad al nuevo monarca, decide enviar a la corte a su hijo, como era costumbre entre los nobles visigodos, para hacer patente su reconocimiento a Pelayo, el cual en agradecimiento por la atención sobre todo por su colaboración decidió que Alfonso contrajera matrimonio con su única hija. Así lo afirma en la Crónica Albeldense…”que tomó por esposa a Ermesinda, hija de Pelayo, por iniciativa del propio Pelayo”.

Es con D. Pelayo con quien se inicia la reconquista de la Península Ibérica tras la batalla de Covadonga, pero sin duda se produce de una manera clara en el reinado de Alfonso I.


Los árabes habían dejado los peores territorios a los bereberes, los más fríos y además fronterizos con los reinos cristianos, eso produjo enfrentamientos entre los bereberes y los árabes. A partir del año 740 los bereberes abandonan esas zonas para asentarse en el sur de la Península, dejando de esta manera el territorio vacío. Esto fue aprovechado por Alfonso I quien empezó a ocupar el territorio vacío, primeramente hacía el oeste, adhiriendo para el reino el territorio de Galicia hasta la costa. Las epidemias de viruela y la fase hambruna durante el 750 favorecieron las incursiones del rey astur en territorios del Valle del Duero. Varias crónicas hablan sobre ello. La Crónica de Alfonso III nos lo cuenta: “acompañado de su hermano Fruela Pérez, llevó a cabo muchos combates contra los sarracenos y capturó muchas ciudades que éstos habían ocupado”. No perdamos de vista a este Fruela Pérez, ya que sería padre, abuelo, bisabuelo y tatarabuelo de reyes.


De su matrimonio con Ermesinda, Alfonso tuvo tres hijos, Adosinda, Vimarano y Fruela, que fue quien le sucedió después de muerto Alfonso en el año 757. Tras haber permanecido 18 años en el poder. Sus restos mortales fueron depositados en el convento de Santa María junto a su esposa.

Las crónicas del siglo IX afirma que tras el fallecimiento del monarca , “en el silencio de la noche cerrada, y los guardias velaban con toda diligencia su cuerpo, súbitamente se oyó en el aire por todos los que velaban la voz de los ángeles que cantaban: he aquí como desaparece el justo, y nadie repara en ello; y los varones justos desaparecen, y nadie se da cuenta en su corazón. De la presencia de la iniquidad ha sido apartado el justo; en la paz estará su sepultura”. (Crónica de Alfonso III a Sebastián, capitulo 15)


Para saber más.
J. Gil Fernandez, J.L. Moralejo, J.I. Ruiz de la peña: Crónicas Asturianas. Oviedo: Universidad 1985.

P. Guichard: Los nuevos musulmanes.
Antonio Domínguez Ortiz: Historia de España. Barcelona, 1989.

J.M. Jover Zamora:Historia de España. España musulmana. Madrid: Espasa-Calpe, 1994.

J.L. Martín: Manual de historia de España. La España medieval. Madrid: 1993.

R. Menéndez Pidal: Historia de España. Los comienzos de la Reconquista (711-1038) Madrid: Espasa-Calpe: 1976.

R. Menéndez Pidal: La España cristiana de los siglos VIIIal XI. El reino Astur-leonés (722-1037). Madrid: Espasa-Calpe: 1976.