La Reconquista. D. Pelayo 2ª parte. Covadonga
¿Qué paso en Covadonga? Vamos a reconstruirlo sin temor a
faltar a la verdad. Los rebeldes cristianos, efectivamente eran pocos y mal
armados, pero fuertes en un terreno que conocían, cuando fueron atacados por
los musulmanes. Estos, tal vez, habrían podido ganar si se hubieran limitado a
un asedio para matar de hambre a los rebeldes. Pero, llevados por el desprecio
que sentían por aquellos “asnos salvajes” cometieron el error de atacar. Un
error, si, porque mover ejércitos por un pasaje desconocido y montañoso sin
conocerlo, es arriesgarse al colapso.
La leyenda de que las flechas moras,
al llegar donde estaban los cristianos daban la vuelta y volvían sobre sus
atacantes, admite una explicación lógica: cuando se lanza una flecha hacía
arriba, es difícil mantener la puntería, eso sin contar que las flechas
rebotando en la piedra, volvieran a caer por pura lógica de la ley de gravedad.
Y todo indica que un ejército así, desconcertado, atacado desde lo alto por piedras
y flechas, incapaz de responder y de moverse, muy bien pudo ser desarbolado por
la carga de unos pocos hombres decididos y que actuaran sobre un punto, como
dice la tradición que hizo Pelayo.
La gran derrota de los musulmanes, llego sin embargo mas
tarde. Con las filas desordenadas. Se retiraron como pudieron por los macizos
de los Picos de Europa, que desconocían, exponiéndose a todo tipo de
emboscadas. Atrapados en una montaña sin salida, anegados por los ríos,
acosados en todos los flancos por los rebeldes montañeses, el orgulloso cuerpo
de expedicionarios de Al Qama termino aniquilado por los “asnos salvajes”, por
los rebeldes cristianos.
Ya fuera una batalla campal como dicen las crónicas
cristianas o una violenta escaramuza como sostienen las crónicas moras, lo
cierto es que Covadonga señalo el punto de partida de la Reconquista. Allí los
moros perdieron por primera vez, allí los rebeldes cristianos ganaron por
primera vez.
Después de Covadonga, poco a poco iba a ir formándose una
España que ya no era la Hispania romana ni la España visigoda, sino una hija de
ambas que para sobrevivir, iba a tener enfrentarse a un enemigo superior.
Los cristianos ganaron. Los moros pusieron pies en polvorosa.
El triunfo de Pelayo hizo que otros muchos de la cornisa Cantábrica, se sumaran
a la rebelión. Para los musulmanes se abría en el norte un paisaje poco
alentador. Así pudo consolidarse la precaria corona de Pelayo en un tiempo que
el trono de Pelayo solo era una silla de montar.
¿Qué había en aquella Asturias del año 722? Cuestión de
cuestiones. Sabemos que la Reconquista empieza en Asturias, fue allí donde se
forma un primer núcleo político de resistencia al islam; pero ¿Que había en
exactamente en Asturias en aquel momento? ¿Quiénes eran aquellos rebeldes
cristianos? ¿Por qué exactamente en Asturias y no en otro lugar? ¿En nombre de
que se levantaron contra los moros? ¿Qué hacían mientras tanto, los vecinos
cántabros y gallegos? Todas estas preguntas tienen interés porque nos sitúan en el
meollo mismo de lo que podríamos llamar el “problema histórico”.
La versión, digamos “tradicionalista” es una distorsión del
pasado con conceptos presentes. En fechas más recientes, hay otras versiones
cada vez más descabelladas. Por ejemplo, hay quien ha extendido la especie de
que Asturias era una suerte de vestigio prerrománico, independiente de la
España goda. En la misma onda fantástica, se ha ventilado la idea de que Pelayo
no era un guerrero hispanogodo, sino un caudillo astur e incluso para forzar la
máquina de la imaginación un musulmán de Cordoba y hasta incluso un caballero
céltico de Britonia.
¿Fantasía, mala fe, ignorancia manipulación política? Tal vez
de todo un poco. La verdad es que de aquella Asturias y de Pelayo sabemos lo
que dicen las crónicas. Ahora bien eso no nos autoriza a inventar hoy
explicaciones más fantásticas todavía. Pelayo fue el fundador de la
Reconquista.
Todos estos aspectos son fundamentales para comprender y situar en el contexto histórico la leyenda del rey Astur y el comienzo de la Reconquista; los trataré en profundidad en mis siguientes post.
Posdata: No hace mucho he visto algunos blogs que no indagan
la verdad. Pelayo nunca pudo pelear con Abderramán, ya que cuando este llego a
España en el año 756, Pelayo ya había fallecido en el año 737.
Para saber mas:
1. Claudio Sánchez Albornoz. "El reino de Asturias. Orígenes de la
nación española". Colección: Biblioteca Histórica Asturiana. Silverio
Cañada, Gijón, 1989
2. Ruiz de la
Peña, Ignacio. "Batalla de Covadonga", en la Gran Enciclopedia
Asturiana, Tomo 5, pp. 167-172. Silverio Cañada, Gijón, 1981
3. Erice,
Francisco y Uría, Jorge. Historia básica de Asturias. Colección: Biblioteca
Histórica Asturiana. Silverio Cañada, Gijón, 1990
4. Sobre tan
desproporcionada cifra de combatientes, véase Francisco Javier Zabalo
Zabalegui: El número de musulmanes que atacaron Covadonga
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